MI HISTORIA
¡Hola, mi nombre es Ana, aunque también me llaman Lola!
Nací en Cancún, México y pasé mis primeros años entre aguas caribeñas cristalinas, playas blancas, cenotes ancestrales y pueblos coloridos. Mi padre, músico, me inculcó el gusto por los sabores mexicanos, y así adquirí un carácter alegre, una sangre ligera y una mente abierta.
Cuando cumplí 6 años, toda nuestra familia se trasladó a París, Francia.
En la Ciudad Luz, descubrí una cultura refinada y la elegancia parisina. Pronto me apasioné por la alta costura gracias a sus desfiles glamorosos.
A partir de los 16 años, enfoqué mis estudios en la moda y me especialicé en el marketing de lujo.
El nombre Lolana refleja la fusión de dos culturas, como los modelos de mi marca.
Lola representa el exotismo, el lado caribeño y relajado, mientras que Ana simboliza la clase, la elegancia y la fineza.
Son aspectos opuestos que logro asociar con magistralidad, creando así una armonía perfecta.